jueves, 25 de septiembre de 2008

Arte y una Orquesta Comunitaria...


El ritmo de las comunidades marca el pulso del poder otorgado al pueblo a través de la imagen jurídica de los Concejos Comunales.
El arte de la música establece un vínculo mágico entre el hombre y su condición humana. Este enlace nos eleva a niveles intelectuales y creativos nunca imaginados. La cultura y especialmente las artes representan una de las herramientas poderosas para la lucha contra el delito y el uso y tráfico de drogas. Considerando que dentro de esta nueva imagen, en cada consejo comunal existe la figura del vocero de cultura se propicia un nuevo momento para el desarrollo de las artes, se puede decir que el momento histórico de éstas ha llegado a las comunidades. Solo falta la implementación de una verdadera política cultural.
Bien, al hablar de política cultural nos referimos a un conjunto de medidas coherentes que permitan la implementación de programas orientado a cubrir verdaderas necesidades del cultivo de las artes como la música, el teatro, el ballet, las artes plásticas y otras en comunidades, especialmente para los segmentos sociales C y D.
La política regional de cultura y como consecuencia la política cultural a nivel de los municipios consistía en formar clubes de prestadores de servicio en el área de sonido y festejos. ¿La razón? El desconocimiento y la falta de un buen asesoramiento en el desarrollo de proyectos culturales, orientados al desarrollo de las Bellas Artes como poderosa arma de penetración social, moral, académica y humana que puede transformar al hombre de cualquier condición social.
Este análisis y reflexión lo realizo en las postrimerías de este histórico proceso eleccionario de gobernador y alcaldes. Las comunidades están dispuestas a trabajar por hacer realidad sueños como una orquesta infantil o una orquesta juvenil comunitaria en el corazón de la Urb. Popular las Agüitas en el municipio Los Guayos.
Todos conocemos las condiciones de difíciles (socialmente hablando) de este sector. En política de seguridad, lo ideal sería más vigilancia policial, pero que tal… si aunado a esa vigilancia, ocupamos constructivamente a esos jóvenes mal orientados y sustituimos las pistolas alquiladas para robar en veredas de la urbanización y les colocamos violines, violas, violoncellos y contrabajos y los complementamos con becas de estudio a la excelencia.


Por: Delfin Martell G.
(Semanario Kikiriki)

1 comentario:

resvistaonline.com dijo...

tremendo.

mil felicitaciones por su programa, excelente stop de musicas, y tremenda lirica y puesta de produccion a desarrollado, con programas como este si vale la pena escuchar radio hoy en dia.