(Por
Delfín Martell) A continuación presento un pequeño compendio de herramientas
fáciles de aplicar y que te servirán de orientación para mejorar tu
comportamiento frente a situaciones de la vida; que si bien no tienen solución,
las transformaras en aprendizaje valioso para tu vida. Esto; a través de un
cambio de paradigmas, alimentado por una disciplina se auto-ayuda… sin imposiciones,
sin falsos valores orientados a través de la interpretación personalista
teológica y menos aún inducidos sin tu consentimiento.
El
planteamiento es muy sencillo…
Construir
un futuro, en base a un presente efectivo, tomando como fuente el pasado y sus
implicaciones “El arte de la predicción
y -porque mejor no- llamarlo planificar”.
La fórmula mágica está en cuatro
pasos…
1.-El
servicio y la oración (básicos para el
desarrollo espiritual).
2.-El
pensamiento (cual crea y transforma la palabra en acción).
3.-La
palabra (declara y hace realidad sueños y pensamientos).
4.-La
hora sagrada (establece encuentro con Dios).
Para entender la esencia del planteamiento es necesario
definir la palabra Magia como: Un sistema de
conocimientos que estudia los fenómenos y las leyes naturales del mundo visible
en su relación con el mundo invisible.
Analiza
escenarios: El pensamiento se transforma en realidad la mente genera energía y; la palabra
construye concretamente el pensamiento. Uniendo ambos aspectos “el
planteamiento adquiere un toque teológico” y la palabra fe se transforma en
algo verdaderamente real… se hace tangible a través de la voluntad -palabra
hermosa- que encierra un Arcano poderoso que explica finalmente la belleza de
los milagros.
Recuerda…
Todo
lo que expresamos en voz alta forma parte del testimonio que
construimos diariamente activando “la LEY DE CAUSA Y EFECTO” Llamado el
efecto Boomerang. Todo lo que enviás al
astral regresa de nuevo a nosotros con las consecuencias buenas o malas (según
el caso.)
Fórmula mágica para la vida:
Fe, más esperanza y caridad, se traduce en
amor y; amor igual a servicio. El
servicio induce a la fuente de todo: el poder de hacer y construir. Todo esto a
través del uso conciente del pensamiento. “El pensamiento esta implícito en el
poder de hacer y hacer o construir necesita de la palabra mágica orar”.
Analicemos
la fuente esotérica…
La
oración satisface la necesidad que los seres humanos tenemos de Dios y habla de
la inspiración y afirmación de nuestro
espíritu. Al orar nos comunicamos con la esencia de todo lo que existe -incluyendo
nuestra propia esencia- El orar es un acto de poder. Es un acuerdo entre lo
humano y lo divino a través de la fe “alcanzando el valor para emprender una
acción”.
La
llave que abre el camino al umbral del
poder mágico de vida esta justo en la
palabra y sobre todo en la disciplina que va directamente al cultivo de esta en
función de establecer una comunicación diáfana
con Dios.
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