jueves, 30 de junio de 2016

San Juan Bautista en Carabobo
Hermandades / Sociedades / Cofradías / Parrandas
Organizaciones que integran: devoción, prácticas y permanencia de  memoria ancestral

Por: Clara Rosa Sánchez Pérez.
Docente.  Observadora de la cultura de tradición venezolana. Coautora de la Colección Alma y Baile de Carabobo.  Coord.  Red de Patrimonio y Diversidad Cultural del estado Carabobo / cla61@hotmail.com


(Valencia) San Juan Bautista “aparece” la madrugada del 1° de junio; las últimas horas del 31 de mayo, despiden a la Cruz en su “bajada”. Momentos caracterizados por rezos, cantos devocionales; revestidos por una atmósfera ritual de solemnidad; los celebrantes expresan alegría, afirman... “San Juan llegó” y el ambiente se asemeja a lo que vivimos cuando llega el Año Nuevo.
Quienes participan sienten compromiso y devoción; por más de 3 o 4 generaciones, San Juan Bautista vive en la cotidianidad de muchos de los asistentes y mantienen vínculos sólidos entre habitantes de comunidades y poblaciones herederas por transmisión.
 Carabobo concentra un número importante de localidades y poblaciones devotas, algunas ubicadas en el  norte costero del estado, quienes destacan por la antigüedad y permanencia de sus prácticas; que son el resultado de procesos nacidos a partir del siglo XVII.
Un complejo tejido cultural-devocional-ritual, modeló una particular forma de interpretar y expresar la vida desde la devoción al santo; las Cofradías fueron el centro de acción, encuentro e intercambio entre devotos, que llevó la celebración fuera de la Iglesia donde adquirió un carácter familiar y comunitario. Nacieron Hermandades, Sociedades, Parrandas, la manera de celebrar se convirtió en Parranda de San Juan, sus seguidores pasaron a llamarse Parranderos.
Un glosario identifica y da pertenencia a este universo devocional. Entre devotos se entiende ser: Capitán de paño, Mariposa de San Juan, Burro de San Juan, Capitán o Capitana de Mesa, Palitero; Mama de San Juan (no mamá), Banderero, Parrandero; al igual que las formas de expresión: Sirenas, Sangueo, Golpe, Cumaco, Tambora, Palito;  distingue la ropa que se estrena, la comida y bebida que se prepara, rezos, cantos, cargar al santo, con el respeto a los elementos colocados en el altar, luz y agua, atentos a la interpretación que los mayores indiquen de estos. El lenguaje es... sanjuanero.

Este código ancestral, las responsabilidades heredadas, la resolución de conflictos  sin quebrantar los acuerdos hechos en la fe; el respeto a la autoridad de los mayores, la obediencia en cumplir las funciones asignadas, la convicción espiritual, poseer fuerza y firmeza ante adversidades; conforman la base fundacional de valores y principios que dinamizan la Fiesta a San Juan Bautista.
Encuentran sustento y función en las Hermandades, Sociedades y Parrandas, herencia de las primeras Cofradías; son el resguardo de saberes heredados; que toma forma a partir del 1° de junio, su máxima expresión se expresa el 23 y 24 de junio, víspera y día del santo, afirman que ese día es mágico. Todo el mes es para celebrar a San Juan, hasta el día de la Virgen del Carmen que despide al santo con la Entrega de Banderas y en algunos sectores es, el día de San Pedro.
Desde 1886, se tiene referencia de la existencia de la Sociedad de San Juan Bautista de Borburata en Puerto Cabello, localidades vecinas son hermanas en la fe: el pueblo y Los Caneyes de Patanemo, Gañango, Miquija, Goaigoaza, Rancho Chico, San Millán, Libertad, La Sorpresa y más.
Esta sociedad, ha sido modelo para la organización de parrandas en diferentes comunidades del estado: Canaima, Barrio América, 13 de septiembre en Valencia;  en el Central Tacarigua de Carlos Arvelo mas de 17 parrandas integran la Sociedad de San Juan de Guigue conformada desde la devoción borburateña.
La Sociedad de Goaigoaza, orientó en los años 70, los inicios de Tradición Girardot en La Entrada; San Millán ha formado parranderos en Guigue y Valencia. En Tarapío, cultores de Falcón, Yaracuy, Vargas y San Millán fundaron la comunidad Brisas de Tarapío hace más de 40 años. Sus descendientes integran los Tambores de San Juan, Cofradía que acoge a 11 comunidades vecinas con sus santos.
En Guacara Dilia Tovar (+) de Turiamo, formó desde 1958, las líneas de tradición en 16 parrandas del municipio. Diego Ibarra y San Joaquín han cohesionado sus prácticas: San Juan de Bruna, Galita, La Toma, Dionisio, Julepe, los Trejos, el Cumaco de San Joaquín, son un breve inventario devocional de la zona. El maestro aragüeño Víctor Hermoso es referente en las comunidades de Bello Monte, La Raya, La Isabelica en Valencia y en Mariara.
En Bejuma, se encuentran, el San Juan de Canoabo y el de Chirgua. La Fundación Kaituco en Montalbán, desarrolla un proceso de proyección de tradiciones que ha extendido raíces y Juan José Mora cuenta con más de 10 parrandas de San Juan.
 No es difícil imaginar el ambiente y la energía que vive el estado, ante la contundente devoción que profesa un número importante de carabobeños durante el tiempo de San Juan. ¿Qué nos muestran los devotos a San Juan Bautista? ¿Qué pueden enseñarnos? ¿Es posible reflexionar sobre el papel de estas Sociedades o Hermandades como bases que resguardan saberes vinculados a nuestro sentido de identidad y pertenencia? ¿Es posible reconocer ejercicio de ciudadanía, en comunidades tradicionales?
         Los sanjuaneros, no descansan, se mantienen activos desde el diálogo intercultural; apoyados en sus propias iniciativas, promueven encuentros en honor al santo.
El Encuentro Internacional a San Juan Bautista, organizado por los Tambores de San Juan de Brisas de Tarapío en Naguanagua, lleva 19 años de realización ininterrumpida; un tiempo extraordinario de celebración que estrecha lazos desde la memoria ancestral entre devotos del estado, el país y el Caribe... Tema para otro artículo.

Oye San Juan, Oye San Juan, Oye San Juan
Oye San Juan mira la luz del poderoso
Mira la luna, las estrellas y el amor
Por eso canto y escucha siempre este tambor

Sangueo de Tarapío

No hay comentarios: