Delfín Martell-columna Espacio y Tiempo Sonoro-Karlheinz Stockhausen-planeta

Karlheinz Stockhausen, reconocido compositor (serialista)  de origen Alemán (1947-2007),  afirmó que el arte de la música no es de éste planeta: “Desde mi infancia he tenido la intuición de que no soy de aquí, de este planeta, y de que lo esencial de mi misión en la Tierra consiste en establecer, a través del arte del sonido, lazos entre los terrestres y  extraterrestres”.

El arte de la música es un valioso vehículo y herramienta multifuncional en la vida del ser humano en el planeta. Escuelas de pensamiento hermético-filosóficas cultivan, promueven y difunden el arte sonoro como parte de su misión en este planeta.

La música expresa la visión intelectual del hombre a través de la observación, que por siglos, por el mero hecho físico, emite como respuesta a dicha acción su efecto catalizante y bienhechor.

Hermes Trismegisto (titán de origen extraterrestre), en su texto El Kybalion: “Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra”.  Esta sabiduría antigua, herencia de los primeros místicos, fue transmitida y estudiada durante varios periodos de la historia, llegando hasta nuestros días a los horizontes de la física teórica, la cual, mediante la teoría de cuerdas, ha logrado proponer la premisa fundamentada de que todas las partículas que conforman la materia son estados vibracionales  de un objeto denominado filamento o cuerda.

 

 

Partiendo de este punto es posible concebir al sonido -esencialmente la música- como una herramienta que puede tener un impacto sumamente poderoso sobre nuestra estructura etérea y material.

La música se define como: “Arte de combinar los sonidos en una secuencia temporal atendiendo a las leyes de la armonía, la melodía  y el ritmo y un mecanismo de socialización y comunicación”.

En otras palabras, la música es una conjunción de sonidos filtrada de manera racional e intuitiva, pero que lleva en su interior códigos específicos.  El arte del sonido como disciplina se ha conectado al desarrollo cultural de muchos pueblos, concebido como un elemento  sublime dentro de lo ritual y lo estético.

Entre múltiples usos, se le ha dado a la música -en diferentes culturas- aplicaciones rituales, marciales y patrióticas, también de entretenimiento y terapias alternativas como musicoterapia, vibración sanadora, entre otras.

La música puede curar las enfermedades del alma, así como restaurar los poliedros vibrantes que componen nuestras cadenas de ADN.

 

LEE TAMBIÉN: “Carlos Morean: columna vertebral de la música en Venezuela”

 

El arte del sonido en acción vibratoria ayudaría a comprender la importancia de la intuición, de la reflexión, de la introspección y la conciencia, ya que aprenderíamos a escuchar las canciones de la naturaleza propia del ser humano, pensante y en perfecta vibrante.

Ejercicio: ver y escuchar el tema musical de hoy, música celta, para equilibrar las energías.  Recomiendo escuchar y visualizar cubriendo todo tu cuerpo y alrededor de luz de color oro rubí (anaranjado), decretando salud y regeneración del planeta.

 

***

 

Delfín Martell González es licenciado en Arte, mención Dirección Orquestal, con Maestría en Antropología Cultural, por el Instituto Politécnico de Arte Manuel de Falla, San Juan de Puerto Rico-Puerto Rico. También es productor y conductor de radio y TV, y actualmente conduce el programa radial “Cápsula Sonora” por la señal de la emisora valenciana Arsenal 88.9 FM.  

 

Ciudad Valencia