Por: Delfín Martell G.
Concretar un sueño en este país a comienzo del paso siglo XX -sobre todo si eras mujer,-representaba una verdadera odisea. Si... la sociedad y el hecho social del que dirán eran implacables en un país aún rural. Ejemplo de esto fue el fracaso de Teresa Carreño en Venezuela y la critica de la época por sus tres divorcios y su cuarto Matrimonio. Esta sensación alimento a través de fe y amor -en el arte a tantas mujeres y hombres- que solo tenían como esperanza cargar la imaginación de luz y color frente a las vicisitudes del día a día y continuar soñando.
Casos puntuales como: Alfredo Sánchez Luna, Felipe Pirela, Cherry Navarro, Mirla Castellano y otros tantos. Pero el nombre de Magdalena Sánchez esta escrito en el cielo con letras de oro, ya que, esta gran dama Porteña y Carabobeña demostró que, si se puede con talento, disciplina, constancia y esto junto a una gran dosis de energía que la llevo a triunfar. Esta gran artista que sin recursos económicos y venida del estamento pobre de la sociedad. Sin formación académica -llego escasamente al tercer grado de instrucción- pero a cambio una voz prodigiosa y mágicas y con manos de artesano -sirvieron de pasaporta- al tan soñado viaje a caracas en búsqueda de cumplir la meta trazada… cantar y ser reconocida como artista.
Magdalena nace en Puerto Cabello (en el barrio el Mangle) hacia los años de 1915, y cuando cumple aproximadamente 12 años, (en el año 1927) la familia se muda a la capital de la república. El cambio de residencia viene a ser providencial para nuestra artista. Su Puerto Cabello se hacia pequeño… como escenario para los tangos, boleros, pasodobles, que representaron la carta de aval de Magdalena y cual alterno su carrera musical con las labores de operaria en la fabrica de colchones -de los Ascanio- ubicada esta en la esquina de Camejo. Esta gran dama del arte -mujer inquieta- levanto a su familia a esfuerzo y trabajo, manteniendo -a pesar de las dificultades- su empeño de trabajar sin dejar de soñar logra triunfos en el medio radial de la época y su primera asociación estratégica… con el dúo Espin-Guanipa. Doña Magdalena se asocio a figuras prominentes de la música y la radio -puntuales estas- para el desarrollo de su carrera. Ejemplo el caso de Don Luis Raimundi; productor del programa radial -cada minuto una estrella- por radio libertador y animado por el querido Amador Bendayan. Hay otro personaje puntual en la carrera de Magdalena; como fue el maestro Víctor Saume -Tío Saume- como cariñosamente le llamaron -según las crónicas de la época- y a través de su show de las doce. Toda una escuela y referencia de muchos jóvenes artistas del momento.
(Semanario Kikiriki)
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