El maestro francés Pierre Boulez en el año 2004 volvió a conducir en el Altar Wagneriano en Bayreuth la inmortal obra Parsifal. Dentro de las entrevistas concedidas aborda aspectos interesantes sobre el diseño acústico de los nuevos teatros y modificaciones de estos, donde por lo general, pierden efectividad y quedan con defecto muy difícil de ser corregidos. Pero, ¿quién es Pierre Boulez?
El maestro Boulez nace en Francia en Montbrison en el año de 1925. Se le considera uno de los más brillantes compositores de la postguerra y líder de la vanguardia en esta etapa musical. Escribe antes de los treinta años, su mayor cantidad de obras de su catálogo. Compositor de tendencia serialista, rígido en las formas rítmicas y sonoras. Su obra maestra Pli Selon pli. (1962) considera como una de la veinte obras más importantes de la creación musical de la segunda mitad del siglo XX. En el año 2003 asume la dirección de la nueva Academia Musical de Lucerna, concebida con criterio rupturista, considerado también uno de los conductores de orquestas de mayor genialidad en el siglo XX.
Pierre Boulez inicia sus reflexiones de la siguiente forma:
El mundo debe ser cada vez más abierto y receptivo, los auditorios que construimos sólo son útiles para una forma determinada de hacer música.
-En todo el mundo es un problema y ¿sabe cuál es la razón? , que la mayoría de los arquitectos no le interesa la evolución de la música actual, no tienen ideas, ni aproximadas, de para qué sirve lo que están construyendo, solo les preocupa, con suerte, hacer bellas salas. Manteniendo una aptitud cerrada, limitando la fluidez y necesaria atención al proceso acústico necesario para la creatividad musical.
El maestro Boulez comenta que cuando se llevó a cabo el Auditorio de la “Cité de la Musique” de Paris tuvo la ocasión de trabajar muy directamente con el arquitecto. Gracias a la alianza de arquitecto y compositor-director se construye una sala modulable donde la arquitectura ayuda a encontrar el lugar adecuado para la música de hoy. Regularmente los arquitectos se limitan a construir réplicas del siglo XIX, etiquetando a la orquesta, con el inevitable código tradicional y conservador.
Este análisis realizado por Pierre. Boulez conlleva al hecho de afirmar que todo reside en la falta de educación… -Apenas se ha hecho nada aquí en Francia-y desde luego, el resto del mundo no es muy distintito. Cuando un sistema educativo se olvida del presente y, como mucho, acude a la defensa del patrimonio, es que algo falta. El problema afecta en mayor medida a la música, pero en el arte contemporáneo no son muy diferentes.
El maestro Boulez afirma que, sin duda, se trabaja mejor en el mundo de la plástica y complementa su idea explicado que los museos han cambiado y en ellos se han hecho una labor más hábil porque, según su óptica, también es mucho más fácil.
¿Qué pasa con las orquestas? En teoría se han convertido en el motor de la vida musical.
Pero debemos flexibilizarlas, abrirlas a todas las épocas. Las orquestas de cien ejecutantes se han convertido en entes escleróticos que son útiles para un repertorio que va desde Beethoven a Richard Strauss, casi asimilando a lo que es la orquesta decimonónica o muy del principio del siglo XX. Hay amplias épocas de la historia que están, prácticamente vetadas para la gran orquesta del periodo romántico, en beneficio de otro tipo de agrupación orquestal mejor articulados. Boulez hace hincapié en no olvidar que un compositor el siglo XX prefiere expresarse con agrupaciones más pequeñas por resultar más fácil que su música se programe en conciertos. En gran parte la situación viene de que sus directores tampoco hacen nada por cambiar las cosas, quizás por evitarse problemas.
Finalmente Pierre Boulez afirma que los nuevos teatros y reformas de estos no están bien hechos. La mayoría de las veces quedan con defectos acústicos, ya que las salas decimonónicas eran acordes a determinada acústica. Luego aumentadas para albergar mayor cantidad de público sufriendo modificaciones que perjudican su diseño original. Debemos recodar que existen también diferencias para el diseño acústico de las orquestas y teatros. “Ya que están diseñados para determinado repertorio musical” Me explico… el escenario acústico del periodo barroco es diferente al del periodo clásico y por consiguiente a la orquesta de Mozart. A partir de Beethoven y hasta Wagner, el escenario acústico es otro. Ya con Berg y Schoemberg el sonido, requerimientos y aspectos acústicos cambian totalmente.
Twitter: @capsulasonora
Prensa: Sonovisión-Fundaintegram
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