lunes, 5 de diciembre de 2011

EL MUNDO DEL SONIDO EN NAVIDAD…

El aguinaldo y la parranda 
Por: Delfín Martell G.

El aguinaldo y la parranda son expresiones ligadas a nuestras festividades navideñas y al sentir más hermoso del venezolano ¿Pero existe diferencia entre el aguinaldo y la parranda?
¡Realmente sí! Tanto en lo semántico, como musical, y entre el termino aguinaldo como expresión musical y la parranda como propuesta de corte sonoro autóctona de la región central, Carabobo y Aragua. 
Analicemos el término aguinaldo: llega a nosotros a través de los españoles y su significado se dirige a la acción de ofrendar, dar un regalo, le definimos como diezmo pero, en el fondo está vinculado a las festividades navideñas. Su registro y practica data desde mucho antes del Medioevo (siglos VI al XVI) “Aguinaldos Bautismales” tomando mayor fuerza en la etapa del Renacimiento. 
En Venezuela sigue aun teniendo esa doble connotación de regalo, o reconocimiento a la labor productiva en el año que, las instituciones públicas ofrendan a su personal y la empresa privada denomina utilidades, pero al fin del camino, sigue teniendo el significado social y espiritual de la ofrenda al jornal de trabajo de todo el año. 
Haciendo un poco de historia el aguinaldo inicialmente se ofrecía a los dioses que se vinculaban con la prosperidad en la “Era Pagana” de la humanidad. Esto a través de ritos, ejemplo; dejar una mesa preparada (frente a cada casa) con alimentos, frutas y bebidas, para que, el transeúnte disfrutara de la energía positiva y prosperidad producto del trabajo del año. Hasta hoy se sigue celebrando con la cena de año nuevo y el tradicional estreno de nuevas prendas de vestir, asociado esto; al rito de preparación y arribo del nuevo año. 
¿Vinculamos el aguinaldo a la parranda como expresión de nuestro pueblo?
El aguinaldo como género musical transportado de España a Venezuela tiene raíces concretas en nuestro país, de hecho, existen diferencias marcadas de corte literario y musical. Esto dependido de la región del país en el cual nos ubiquemos. Ejemplo: el aguinaldo Central, el de Oriente, los Andes y por supuesto otra cantidad de estribaciones dentro del aguinaldo Venezolano que, lo vincula con el aguinaldo en Puerto Rio, debido a su raíz común Española y le da vigencia “en Isla del Encanto” todo el año y; dependiendo esto de la región en el cual se ejecute aclarando que, su cultivo perfectamente ésta ubicado en las celebraciones navideñas y de corte religiosa. 
Redondeando el análisis sobre el aguinaldo y la parranda en Venezuela… importante es reseñar, que la Parranda es una expresión nativa de los estados Carabobo y Aragua y de hondo arraigó en el siglo XX en nuestro país. La célula rítmica de la parranda también es binaria al igual que el aguinaldo y la gaita. 
Dentro del género de la parranda esta compilado el recuerdo de una tradición Carabobeña, sus parroquias; San Blas, Candelaria, Catedral, la Pastora, Santa Rosa, Naguanagua, Guayos, Guacara, Carlos Arvelo. Tradiciones como la misas de aguinaldo, patinátas (después de la misa), arepitas dulces acompañadas con café, chocolate caliente y las visitas de las parrandas a los hogares. El día 24 de Diciembre cada agrupación portaba una bandera y la “estrella de papel celofán, replica de la de Belén” que en cada casa visitada donde la bandera de la agrupación ondeaba, no debía, ser abordada por otra parranda. Representando esta, el código de honor, cortesía y ética. 
Los miembros de la parranda recibían ofrendas, que constaba regularmente de alimentos como; hallacas, pan de jamón, ensalada de gallina, asado, pernil, dulce de lechosa con piña, bebidas espirituosas y el aguinaldo en metálico, que fluctuaba dependiendo de la casa visitada. 
La tradición de la parranda tuvo gran vigencia hasta mediados de la década de los años 60 y realizando un resumen de la esencia de la tradición. Todo apunta a la más sana y bella necesidad de comunicar. Llámela compartir, llámela disfrutar el momento, o simplemente aguinaldear. Pero sin duda alguna la esencia de esta festividad se está perdiendo y lo triste es, que no estamos haciendo nada por preservarla. El calentamiento global producto de la contaminación y sobre todo la apatía, desamor y la cultura del ¡sálvese quien pueda! está acabando poco a poco con el tesoro más grande y hermoso que nos dejó el CREADOR… ¡el hombre! 
Es triste ver que la juventud le importa cada vez menos la verdadera esencia de la navidad. El compartir la cena con todos los miembros de la familia, los niños por la hora de dormir; en espera del presente del niño Jesús, “magia de la natividad” premio al comportamiento sano y estudioso en el año. 
En Carabobo una de las tradiciones perdidas es la visita de grupos de parranda a los hogares y la hermosa acción de cantarle al pesebre. A mediados de la década de los años 70 las fiestas de navidad y año nuevo comienzan a perder belleza debido al repunte de la delincuencia. La festividad (según crónicas de la época) y producto del consumo excesivo de alcohol, riñas y accidentes automovilísticos generaran gran centimetraje en los diarios de nuestro país. Crónica roja que da pie a muchas campañas de concientización “sin efecto” unido a la amarga realidad del robo en viviendas y casos graves de asalto a las agrupaciones musicales. Para el año de 1976 tanto jefes de casa, como agrupaciones dejan finalmente de cumplir con la hermosa tradición de cantar al pesebre. 
La parranda ha pasado a formar parte de la memoria colectiva de un pueblo, alimentada por sus cultores y en franco camino de extinción. Ha llegado el momento de reflexionar y comenzar a preocuparnos del futuro de nuestras verdaderas tradiciones. La música establece vínculos con lo profundo de un pueblo y a su vez conecta lo concreto y abstracto de la memoria colectiva, que refleje amor y sentido de pertenencia. Esto conectado a la raíz indígena e hispana como expresión de sueños y recuerdos, que evocan la imagen de una Venezuela diferente. Una “navidad” con sentido espiritual y la “fiesta de fin de año” como resumen de un periodo de vida, que va dejando una estela de recuerdos positivos y otros no tanto y la promesa que el año venidero estará cargado de dicha, salud y prosperidad.

Twitter: @difusionlatina/@capsulasonora

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