Delfín Martell-columna Espacio y Tiempo Sonoro-nuevo año-año nuevo-2024

El ser humano es creatividad, entusiasmo e intuición que traspasa la barrera del tiempo y espacio. En este trabajo de cierre del ciclo: “Navidad, vibración eterna de amor” abordo aspectos que nos llevan de la mano a entender -un poquito- lo mágico de la Natividad del Señor.

El arte de la música, la numerología mística y la teología serán la fuente que develará el porqué la Navidad es tan especial.

La Biblia habla de la Natividad del Señor en estos términos y cito: “Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño” (Mateo 2:9-10).

Pero habla también la Biblia del significado de la Natividad y me permito citar: “Celebramos el nacimiento del Hijo de Dios, el Creador, nuestro Mesías. Nos regocija que el Rey de Reyes viniera a la tierra, naciera en un pesebre y viviera una vida perfecta, cuando Jesús nació, el gozo en los cielos fue tan grande que no se pudo contener”… (Lucas 2:8-14)

El gran libro (Biblia) reseña el significado de Dios y cito: “En dos ocasiones, Jesús es llamado, Hijo de Dios, por una voz que habla desde el cielo. Ah, pero el Maestro Jesús, explicita e implícitamente se refiere a sí mismo como: Hijo de Dios e Hijo del Hombre”.

El arcano a debelar es profundo y está basado en códigos y estos, a su vez, en procesos  vibrátiles. Ejemplo: el porqué se celebra el 25 de diciembre la  Natividad del Señor. “Al reducir el número 25 a su potencia da como resultado el número 7”.

El resultado vincula a la numerología mística y este a la ciencias herméticas (magia) antecedente de las ciencias exactas.

El número siete está compuesto de 3 y 4, elemento factor de la Naturaleza en todas las escuelas de pensamiento antiguas.

El universo es un septenario y está compuesto en su totalidad de grupos septenarios, porque simplemente la capacidad de percepción existe en siete aspectos diferentes que corresponden a las siete condiciones de la materia, o las siete propiedades.

El 3 es el número  sagrado y perfecto que representa la trinidad,  geométricamente al triángulo, la pirámide, al tercer ojo espiritualmente y en arte sonoro al 3er grado (mediante) de la escala occidental.

El 4 es un número terrenal y símbolo del orden y del dominio. El cuatro es el símbolo de nuestra realidad terrenal, lo que vivimos y vemos. El cuatro crea volumen mientras el 1 representa al punto, el 2 la línea que une dos puntos y el 3,  a través de la unión de dos líneas, obtienes un triángulo, 4 conforma una pirámide que representa volumen, en el arte del sonido representa al 4to grado (subdominante) escala musical occidental.

Esta condición del numero 25 reducido a su potencia significa la razón de fondo y forma del porqué el día 25 de diciembre fue ubicado por jerarcas de la Iglesia como celebración de la Natividad del Señor.

La iglesia cristiana eligió esta fecha como día del nacimiento de Jesús, como estrategia y proceso  sistemático de absorber y replantear las celebraciones propias, con los ritos paganos de  pueblos convertidos al cristianismo.

“El plan asumido por los jerarcas de la iglesia cristiana fue adoptar un calendario estandarizado, es decir, combinar los calendarios: gregoriano y juliano (romano); que coincidiera con la fecha de nacimiento del Mesías el día 25 de diciembre y el 24 como Noche Buena de Navidad”. Sea casualidad o simple coincidencia gracias a dicha acción los cristianos hoy celebramos la Natividad del Señor según el calendario juliano, y no el cristiano basado en el calendario gregoriano.

 

 

En contacto…

Las tradiciones más hermosas de la Navidad venezolanas algunas se perdieron y en especial “las visitas de  grupos de Parranda para cantar en los nacimientos de nuestros hogares”. Esta acción representó durante muchos años un acto social y cultural de alto impacto comunitario.

 

Las parrandas…

Estas agrupaciones animaron las Navidades del pueblo en cada comunidad donde llegaban, las más reconocidas se desplazaban del sector rural del municipio Valencia: Los Guayos (Roble, Barrial, Samán Mocho),  Central Tacarigua y Güigüe.

 

El código…

 

Cada agrupación portaba una bandera y estrella, elaborada de papel Celofán y representaba a la estrella de Belén. El código indica que cada casa donde la bandera ondeaba no debía ser visitada por otra parranda. Esta regla de cortesía y honor debía ser respetada por todos los miembros en conjunto. Los músicos de las agrupaciones recibían una especial atención en cada hogar visitado.

Estos contaban con una ofrenda y diezmos consistentes de alimentos como hallacas, pan de jamón, ensalada de gallina, asado y/o pernil, dulce de lechosa con piña, bebidas espirituosas y un aguinaldo en metálico, que fluctuaba según la condición del hogar visitado.

“En mi comunidad  en San Rafael-Michelena y posteriormente Av. Branger, cruce con los Taladros, el diezmo  en metálico era una moneda de Bs. 5, (llamada ‘cachete’) y aportada por los adultos de casa”.

Todo era un protocolo muy especial, en algunos casos, los miembros de la parranda eran una combinación de adultos mayores y músicos jóvenes, quienes obedecían al pie de la letra las reglas, “a pesar del libado de bebidas espirituosas”.

Lamentablemente, entre los años de 1972 al 1974, hubo una escalada de la delincuencia en muchos sectores del municipio Valencia. Las agrupaciones de parranda no fueron la excepción, siendo víctimas de los “amigos de lo ajeno”, robando y en algunos casos, como el recordado y pintoresco personaje que acompañaba las parrandas que de Los Guayos venían, como  intérprete del cuatro llamado “Palino” (padrino), brutalmente atacado por un dúo de delincuentes en la esquina de nuestra residencia. Av. Branger, cruce con los Taladros.

Este evento tuvo un desenlace afortunado, nuestro personaje fue trasladado al hospital central por vecinos. El año siguiente volvió con otra parranda de visita a nuestro hogar.

En dos años, y para el año de 1975, los músicos de las Parrandas ya no regresaron a cantar en el Pesebre. Los delincuentes no cesaron en su empeño de molestar y la tradición se perdió.

 

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Ejercicio: ver y escuchar la obra musical de hoy: “Corre Caballito”,interpretado por la Orquesta de Cámara Comunitaria de Música Venezolana (OCCV) y el grupo “Guarapo Ensamble”, grabado en los estudios de Rolando Bello Díaz, en el municipio San Diego,  arreglos y conducción del Magister: Delfín Martell González. Junto a las voces de la “Academia Integral de Arte Shangel Gómez”

Recomiendo: visualizar luz de color Rosado; decretando un Año Nuevo colmado de paz, salud, prosperidad y entendimiento para nuestro país.

 

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Delfín Martell González es licenciado en Arte, mención Dirección Orquestal, con Maestría en Antropología Cultural, por el Instituto Politécnico de Arte Manuel de Falla, San Juan de Puerto Rico-Puerto Rico. También es productor y conductor de radio y TV, y actualmente conduce el programa radial “Cápsula Sonora” por la señal de la emisora valenciana Arsenal 88.9 FM.