(Delfín Martell) El hombre
transforma el sonido intelectualmente a través del lenguaje musical (línea
melodía) y, este a su vez, es definido como arte sonoro. ¿Pero existe un orden perfecto y, a su vez
comunicación, entre el hombre y lo desconocido? ¿Acaso es magia?
Algunas escuelas de pensamiento definen magia como
un conglomerado de conocimientos que estudia los fenómenos y leyes naturales
del mundo visible en su relación con el mundo invisible.
Pero ciertamente el sonido está conectado con
fenómenos y leyes de la naturaleza, ya que todo, en esta esfera de tiempo, está relacionado con la organización y
planeación de eventos demostrable a través de la física acústica.
A su vez, el lenguaje musical lo reseña mediante
signos o simplemente códigos que el musculo
cerebral procesa finalmente, transformándolos en respuestas y ésta en acción
motora.
¿Dónde queda ubicada la melodía en relación con
elementos geométricos y el discurso horizontal o vertical? El lenguaje musical
en esencia es arte y de nuevo se asocia a la palabra magia. En su amplitud la melodía
como elemento estético puro da paso a la armonía en el siguiente escenario.
Melodía: dibujo ondulante de sonidos que suben,
bajan y saltan, que a su vez, pueden ser interpretados por la voz humana
(cuando esta se ciñe al rango sonoro), que la voz como instrumento pueda
emitir.
Armonía: combinación de dos o más sonidos en forma
simultanea que en su unidad más pequeña la llamamos intervalo -distancia entre
dos sonidos- y fusionados conforman el acorde de inversión occidental.
Todo a tu alrededor está equilibrado y es mágico. El
cultivo del arte sonoro es la forma adecuada de cómo lograrlo, y es a través de
la compresión de la melodía y ritmo.
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