domingo, 26 de abril de 2020

Visión binaria, hombre- instrumento vocal y la hermética (Cultura para To2)


 Los estados de ánimo son armas de doble filo, que vibran y lanzan al espacio ondas que se transforman en sonidos y a su vez estos en colores. 

    (Delfín Martell) Antes de continuar con el tema, es necesario refrescar algunos conceptos planteados anteriormente como es la visión binaria del hombre maquina: Cada puerta única de la cara, corresponde a un órgano único del interior del cuerpo; cada puerta doble de aquélla, está en relación con otro doble de éste. Así, la boca, que es una, responde a un solo estómago; la nariz, que es doble, tiene dos pulmones; los ojos que son dos, refiéranse a los dos hemisferios cerebrales y del cerebelo, dependen los dos oídos.


   Si dejamos a un lado las funciones puramente especiales y privativas de la máquina humana, para no ocuparnos más que de aquellas que resultan de utilidad al hombre verdadero, veremos que en resumen, el objeto del citado mecanismo, es la fabricación de la fuerza nerviosa que enlaza al hombre consciente con la parte orgánica por medio de la sensación y de la voluntad.

1.-El oído humano no percibe los sonidos que pasan de cierta frecuencia. Cuando algo gira emitiendo un sonido que va en aumento de velocidad, pasada la frecuencia imperceptible para el humano se comienza a ver grados de color, empezando por el rojo oscuro.
     A medida que aumenta la velocidad el color se va haciendo más brillante, luego pasa al naranja, luego al amarillo, de allí al verde, al azul, al añil y al fin violeta. Si la velocidad aumenta se vuelve blanco, y de allí en adelante suceden los rayos llamados “equis” (X), luego electricidad y finalmente el magnetismo.

2.- Los planos siguientes son mentales y espirituales. Einstein decía que mientras más estudiaba la electricidad más cerca se encontraba del espíritu. Para los humanos estas cosas son aún inexplicables. Pertenecen a los planos sutiles donde residen nuestro cuerpo Astral, Etérico, Emocional, Mental y Espiritual.
      

  Los estados de ánimo vibran y lanzan al espacio esas vibraciones en sonidos y en colores. Todos los estados mentales se lanzan al exterior del cuerpo que los crea, van golpeando cuerpos afines como hacen los instrumentos musicales, y estas vibraciones afectan en bien o en mal a otras mentes, aumentando los estados emocionales y mentales que están a tono con ellas.

       Por ejemplo, si alguien se encoleriza, lanza vibraciones de ira, las cuales son atraídas magnéticamente por otro que está también encolerizado -se aumentan- unas a otras. El estado emocional va empeorando y se puede llegar hasta el crimen cuando las personas afectadas no tienen el hábito de controlarse.


       Los pensamientos e ideas respecto a Dios, sobre los Maestros de Sabiduría, sobre el Yo Superior o sobre todo lo noble y puro tienen vibraciones altísimas. Estas elevan cualquier vibración menor, pudiendo curar enfermedades, resolver problemas, etc... continuara






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