El artista debe ser recordado por su obra, porque
el arte sonoro es vibración perpetua en espacio y tiempo
(Delfín Martell) Un ser humano en 120 años de vida terrestre
tiene la oportunidad de evaluar si el tránsito -por esta tierra- y lógico
desempeño fue productivo. Pienso que si, en el caso de Juan Vicente. “El campesino -como
orgulloso siempre comentó- y por añadidura el músico de corazón que escribió a
su llano, a la belleza de la mujer del campo -eterno enamorado-pero que también describe con
sin igual belleza la esencia del citadino. "Entorno, belleza de espacio y más, en
sus canciones". Como trovador y trotamundos exporto desde
Suramérica -vía Europa- hasta el Lejano Oriente (Japón) el mensaje -código sonoro- de unidad y amor
por su patria, Venezuela. Concierto en
la llanura, Rosario y Valencia -entre muchas- dan testimonio del “eterno
enamorado que ardía en su interior” expresado en sonido, vibración perpetua y traducidos en vibración que sanan al alma de quien lo escucha. Un ejemplo…
Valencia -como
ciudad- adopta como Himno la hermosa línea melódica y texto del vals-pasaje
inmortalizado en la voz versátil y potente de Eleazar
Agudo… “Valencia la novia del sol/ su lago con luna de abril/ parece un
espejo de Dios/ ciudad la más gentil. Coro: Valencia es, amar y padecer / bendiga
Dios el valenciano amor / Valencia es cantar y florecer / bendiga Dios el
valenciano amor”. Texto que analizado a profundidad muestra lo hermoso de una
ciudad y sus habitantes. Y describe con sencillez a una ciudad y sus habitantes, que forman parte de un todo, por siempre y para siempre”. Querido Maestro…
Valencia será tu eterno admirador.
En homenaje póstumo a Juan Vicente Torrealba -compositor- y a través del ingenio creativo del Maestro Carabobeño Aldemaro Romero (arreglista). Dedico el siguiente análisis de vals-canción Rosario. En la versión discográfica “Dinner in Caracas (Vol. II)- Aldemaro Romero y su orquesta de salón”. El cual me permito esbozar la inagotable belleza estética y fina persección melódica del Maestro Torrealba- junto a la visión estética del genial -arquitecto sonoro- Aldemaro Romero. Aldemaro demuestra -una vez más- que de una buena línea melódica, el arreglo es simplemente genial . Cito…
La mente se permite
recrear una ejecución musical en proceso. El tema escogido es un hermoso
arreglo del maestro Aldemaro, al vals-canción Rosario, pieza musical del
reconocido músico venezolano, Juan Vicente Torrealba. El número da inicio con
trabajo de piano solo y cuerdas frotadas en conexión íntima y sonido de cámara.
La melodía es tan
fantástica y onírica que el maestro la trata estéticamente para su visión
interpretativa. El piano (en sección aguda) alimenta el armazón orquestal
generando color y pulso en transición. El violoncello se incorpora al escenario
jugando un papel especial, debido a su sonoridad sensual que teje la melodía en
combinación con la base de acompañamiento conformada por el cuatro en soto voce
la cuerda, el piano y una fina percusión que da el toque venezolano. Pero lo
estético de sus códigos sonoros nos transporta a una noche romántica en la
Riviera Francesa.
El cambio a un aire
más alegre redimensiona el esquema sonoro en bailable y rememora las grandes
fiestas de finales del siglo XIX y mediados del XX. Para finalizar, el maestro
Aldemaro retoma al violoncello como protagonista, bordando un hermoso contrapunto
con el resto de la cuerda frotada hasta llegar a un final en clímax que nos
deja un rico sabor a tradición, con un elegante esquema orquestal.
Es uno de
los más hermosos arreglos de este músico. Trata la cuerda de forma acertada y saca
lo máximo a la orquesta de arcos.
Les recomiendo como ejercicio: visualizar las familias
de instrumentos en acción y sentir la presencia colectiva en la mente...
La música es lenguaje universal y eterniza al hombre y
su creatividad en el tiempo.
Un hasta siempre querido Maestro Juan Vicente…
https://youtu.be/gLL2ZhyLxGI
Nota: Si desea recibir en archivo adjunto el track...
E-mail: delfin.martell72@gmail.com
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